Nuestro cerebro viene con todo dotado para el aprendizaje de una lengua, este es un proceso natural. El de la lectura es un proceso más complejo que incluye conciencia de sonidos (fonemas), memorización de un alfabeto, relación y transformación de sonidos e imágenes. Esa conexión entre los sonidos y las palabras impresa aún no se sabe cómo los niños son capaces de realizarla y llegan a ella. Pero cuando lo logran, es inevitable decir "Bingo!", "Eureka" o hincharse de orgullo.
En nuestra experiencia como padres, personal, identificamos una especial admiración de nuestra hija por los animales. Desde su primera experiencia en el Zoológico de Barranquilla, ha sido en todo el significado de la palabra 'Aventura'. Y lo sigue siendo. Sin comprender cómo el mismo recorrido era asumido siempre con la misma emoción de la primera vez. La diversidad de animales, su tamaño, la cercanía, los sonidos, el ambiente, todo hace parte de una lectura de ella; distinta a la nuestra, la de los adultos.
Desde Panel Sin Fronteras quiero compartir que a veces pensamos que nuestros hijos desarrollan su proceso de lenguaje, escritura y lectura, solo con ejercicios relacionados con los libros cuando ellos lo leen todo y desde el primer momento. La memoria, la relación, la estimulación de sus sentidos, el juego, la emoción y la compañía son esenciales.
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